Coronavirus (COVID-19)

Vacuna argentina de la UNSAM tuvo “buenos” resultados y pasa a la fase clínica de pruebas


Carlos Greco, rector de la UNSAM, dijo en diálogo con Radio 10 que “cuando ANMAT lo autorice, se comenzará a probar en humanos”.
La Universidad de San Martín (UNSAM) y el Conicet avanzan en el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus que está por iniciar las pruebas preclínicas de la fase 1 si se concreta un acuerdo con un laboratorio privado.

El rector de la UNSAM Carlos Greco aseguró que “cuando ANMAT lo autorice, se comienza con pruebas en humanos”.

“Hay que acordar con laboratorios que tienen capacidad sólida de producción. Se está avanzando en el preacuerdo”, explicó Greco.



El proyecto de una vacuna contra COVID19 hecha en UNSAM está entre los 128 en fase pre-clinica de todo el mundo (Ver nota). Esos proyectos comparten el objetivo de inmunizar a la población contra el virus SARS-Cov-2, pero utilizan diferentes tecnologías y están hechas por diferentes grupos humanos. El grupo de científicxs de la UNSAM está integrado por doce integrantes del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB), provenientes de diferentes especialidades: virología, inmunología, enfermedades infecciosas, estructura de proteínas, entre otras. Tienen por delante entre seis y ocho meses de trabajo financiados por el Ministerio de Ciencia y Tecnología para completar la etapa pre-clínica. 

“Hay varios grupos en el mundo que están muy adelantados en la búsqueda de una vacuna contra COVID19, pero podrían no tener éxito, o tenerlo pero no poder producir la suficiente cantidad de dosis. Inclusive podrían no compartir los derechos sobre la patente. Nosotras en la UNSAM tenemos experiencia en el desarrollo de vacunas contra enfermedades infecciosas. Nos asociamos con otros investigadores de la UNSAM para probar en el laboratorio el concepto de nuestra propia vacuna. Si de acá a 6 u 8 meses obtenemos buenos resultados, buscaremos mucho más financiamiento para comenzar la etapa clínica”, dijo Juliana Cassataro, la científica que lidera el equipo.


EL EQUIPO DE LA VACUNA UNSAM: CONOCÉ A LXS PROTAGONISTAS

Doce científicxs de la UNSAM lideradxs por Juliana Cassataro trabaja contrarreloj para poner a prueba en los laboratorios del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas el proyecto de una vacuna contra COVID-19.





LOS SUPERBARBIJOS UNSAM-UBA YA SE COMERCIALIZAN

El viernes 24 de julio del 2020 se firmó la licencia que permitirá comercializar los superbarbijos de uso común Atom-Protect. Del convenio participan la empresa KOVI, el CONICET y la universidades que desarrollaron las telas antivirales: la UNSAM y la UBA. La mascarilla tiene triple capa de protección —antibacterial, antiviral y antihongos— y una durabilidad equivalente a 15 barbijos descartables.

En tiempo récord, investigadorxs del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental (3iA) de la UNSAM y del Instituto de Física de Buenos Aires (IFIBA -UBA) desarrollaron telas tratadas con activos antivirales para la confección de tapabocas y barbijos de uso común. El proyecto avanzó en asociación con la empresa KOVI SRL, interesada en producir barbijos de calidad con propiedades antimicrobianas y antivirales para toda la población.

La transferencia fue expeditiva: el viernes 24 de julio de 2020 se firmó la licencia que permitirá comercializar los superbarbijos Atom-Protect en todo el país. Del convenio participan la empresa KOVI, el CONICET, la UBA y la UNSAM. La licencia se firmó luego de un testeo de calidad que el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) realizó en la tela obteniendo excelentes resultados.

“Apenas comenzó la pandemia, nos reunimos de manera virtual con un grupo de investigadores del 3iA y el IFIBA”, cuenta Lucas Guz, unx de los integrantes del equipo integrado por físicos, químicos y microbiólogos de la UBA y la UNSAM. “Pensando qué materiales generar para inactivar el virus o disminuir el riesgo de infección surgió la idea de armar barbijos con compuestos activos con efecto antibacterial y virucida”, detalla Guz.
Las telas son de algodón y poliéster adicionadas con un polímero ambientalmente amigable que facilita la retención de agentes activos basados en plata y cobre (de reconocida eficiencia antimicrobiana). La combinación es muy atractiva porque reúne tecnología avanzada y materiales tradicionales y accesibles en el mercado local.
Las propiedades antivirales y fungicidas del producto fueron testeadas en el INTA con resultados excelentes. “Nuestro grupo de trabajo asesoró y acompañó a las empresas destinatarias en la implementación de las buenas prácticas de fabricación”, señala Polla.
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